La palabra litografía proviene
del término griego “lithos” que significa piedra y del término “grafia” -
dibujo.
Cuando hablamos de litografía
nos referimos a una estampación obtenida a partir de una matriz de piedra. Este
procedimiento se basa en el principio químico de rechazo entre el agua y la
grasa y consiste en dibujar sobre una piedra calcárea la imagen deseada con un
material graso.
En la litografía no se incide
sobre la superficie de la matriz ni con una herramienta ni con ácidos
corrosivos, a diferencia de la xilografía, que sobre la madera trabajamos con
gubias y de la calcografía, que sobre el metal incidimos con ácidos.
La litografía, entonces, es un
procedimiento de estampación plano, pues las zonas dibujadas y las que no
quedan al mismo nivel sobre la matriz, que como mencionamos se trata de piedra
calcárea.En el momento de entintar la plancha (piedra), cuando el dibujo ya
está realizado, la tinta sólo se adherirá a las zonas correspondientes al
dibujo y que previamente han estado tratadas con materia grasa, mientras que en
el resto será rechazada.
En investigaciones en el campo
del arte impreso, se encontraron materiales alternativos para las piedras
calcáreas, difíciles de conseguir. Da lugar a técnicas como Fotolitografía u
Offset Litográfico, que ya hemos comentado en este espacio anteriormente. La
impresión con planchas metálicas es diferente, a pesar de que en los dos casos
necesitan materiales de dibujo de composición grasa para producir una marca
susceptible de ser impresa.
En 1796 el alemán Alois
Senefelder, en su búsqueda de un sistema de impresión barato para las partituras
musicales y las obras de teatro, inventó la litografía. En sus inicios, la
litografía no se utilizó como medio de creación artística sino que se utilizó
básicamente con una finalidad comercial.
Desde principios del siglo
XIX, artistas como Goya, Daumier, Géricault, Delacroix, Odilon Redon y
Mallarmé, entre otros.
A finales del siglo XIX e
indisociablemente asociado a la aplicación de la cromolitografía o litografía
en color, nace el nuevo arte del cartelismo, máximo representante del cuál fue
sin duda Toulouse-Lautrec. Con sus carteles este artista francés revolucionó el
arte de la publicidad y fue uno de los sistemas más utilizados también para la
ilustración de libros.
Ya en el siglo XX, Eduard
Munch, Emil Nolde, Matisse y Braque, pero especialmente Picasso, hicieron que
la litografía llegara al más alto nivel de expresión y calidad artísticas.
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