Nacido en Buenos Aires el 2 de agosto de 1931,
Eduardo Audivert, hijo de Pompeyo Audivert, se destacó, no sólo por la
dramática sutileza de su imagen, sino
también por una técnica sorprendente, a través de la cual podría
identificárselo con los maestros Europeos herederos de la rica tradición
alemana de los siglos XV y XVI.
Su notable dominio del grabado en
metal provino de su formación artística -estudió pintura con Demetrio
Urruchua, y con Spilimbergo-, y de su labor artesanal cotidiana.Se formó
en un hogar en el cual arte - particularmente el grabado- formaban
parte de la atmósfera íntima de cada día.
Su preocupación por el
aspecto técnico se encontró ligada íntimamente con la naturaleza de su
lenguaje dotado de una limpieza que torna directa y clara la lectura del
mensaje.
Su labor se escalonó en etapas bien definidas, en las cuales desarrolla un tema a lo largo de múltiples variables.
A lo largo de su carrera expuso en nuestro país y en el exterior: entre
1992 y 1994 sus obras se presentaron en las principales ciudades de los
Estados Unidos y en 1995 se mostraron en Suecia y Noruega. Recibió
importantes reconocimientos, como el primer premio de la Bienal
Latinoamericana de Grabado (1979) y la máxima distinción de un concurso
de Murales para la ciudad (1983).Asimismo tuvo una reconocida gestión
durante diez años al frente de la Escuela Superior de Bellas Artes
Ernesto de la Cárcova.
Falleció el 22 de setiembre de 1998
(Fuentehttp://www.fundacionkonex.org/, www.arte2011.com.ar)
“El fin de esta aventura”
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